No podemos salvar a nadie del infierno

El amor romántico, tal como nos lo han contado en las películas, no existe. Ningún amor cambia a otra persona, excepto aquel que ya ha experimentado internamente. Sólo quien ya ha trascendido las cadenas de sus miedos, frustraciones, fracasos y heridas, quien ha emprendido el camino hacia si mismo, hacia su conocimiento personal, puede ser salvado. La inmensa mayoria de las personas creemos necesitar una pareja, ¿pero la amamos realmente? Amar es aceptarse a uno mismo, para después aceptar al otro, sólo quien ha aprendido a volar puede volar junto a otro. Conquistar el alma de uno mismo. Pensar que por amor cambiará nuestra pareja, no sólo es engañarnos nosotras mismas, sino intentar cambiar al otro, manipulandolo, nadie salva a nadie de un infierno, cuando a veces ni siquiera nosotros podemos salir del nuestro. Amaos vosotras, experimentar vosotras, andad de frente y con la cabeza erguida y no os quedeis en un rincón mendigando el amor de un hombre. El amor no es cosa de mendigos, el amor es cosa de ricos y de generosidad es cultivar un alma, disfrutar de la vida para compartirla con otro ser. Al amor no se llega desde la posición del vencido, desde la lástima, sino desde el optimismo y la alegria de compartir lo bueno que ya hemos experimentado en nosotros. Este mito lo define muy bien...ni siquiera Morfeo pudo salvar a Euricide